martes, 26 de marzo de 2013

MI P3QU3Ñ0 Y MINUSCUL0 MUND0


No sé el lugar en que se sitúa el centro, el centro de todo, de mi todo ,de mi pequeño y minúsculo todo. He viajado, he vivido en muchos lugares, he visitado un numero de ciudades que ya no podría enumerar, hace tiempo que son más que los besos que he dado, más que los abrazos que he dado, más que los amores profundos que he tenido y que cuento con los dedos de una sola mano. 
El sol no sale igual en todas partes eso la gente no lo sabe, pero es la verdad, hay lugares incluso en los que el sol no sale casi nunca y otros en los que el sol está allí todo el tiempo y no se pone jamás. Hay lugares en donde la gente no habla casi nada y sólo se miran y con la mirada distante y fría lo dicen todo. También hay lugares en donde la gente habla y conversa y se cuenta todo y se besan todo el día y se besan unos con otros y no paran de besarse, incluso sin saber el nombre del otro. Hay otros lugares en donde todas las personas tienen una N como nombre y se llaman unos a otros como señor N y señora N y los niños son los NI y las niñas las NA. Hay lugares en donde la gente camina desnuda por las calles y solo usan zapatos azules y rojos, los azules para los mayores de treinta y los rojos para los menores de treinta, en esos lugares en donde todos caminan sin ropa, nadie mira a nadie por estar desnudos, pero si alguien camina descalzo es apresado y sentenciado a vestirse completamente durante sesenta y dos días. Hay lugares en donde los viejos van a la escuela y son sus nietos los que les enseñan a ser niños nuevamente, porque lo que en esos lugares importa es reír y jugar y nada más, en esos lugares viven de lo que producen las risas y los juegos y está prohibido llenar papeles con frases tontas o números que no cuenten nada visible y también está prohibido hacer filas en los bancos. Hay muchos lugares en el mundo y todos ellos son diferentes, algunos tan diferentes que incluso no aparecen en los mapas, ni en los libros de historia. He recorrido muchos de estos lugares, casi siempre sólo, porque es muy difícil conseguir un pasaje a precio normal, en temporada alta los pasajes se consiguen sólo como contrabando y en los mercados negros de Fenicia, algunos piensan que Fenicia ya no existe, pero es porque aún no han viajado allí, los otros pasajes se consiguen en agencias ocultas. Las agencias de viaje que venden los pasajes para estos lugares se encuentran camufladas en entrepisos y el asunto es que los ascensores solo se detienen en esos entrepisos a una hora exacta tres veces por semana y debes coger justo el ascensor adecuado y a la hora justa por eso es tan difícil encontrar estas agencias. Yo supe de todos estos lugares porque de niño tuve una novia que trabajaba en una linea aérea, que llevaba turistas a estos lugares y ella en medio de un beso apasionado me lo contó todo, me dijo: sabes? hay un mundo que no aparece en ningún mapa y en ese mundo el reloj sólo tiene  tres horas, pero son como tres días en este mundo, si me das otro beso como este te diré como puedes viajar sin pagar nada a estos lugares, yo cruce los dedos en mi espalda, sin que ella los viera y le di el beso mas apasionado y cálido de toda la historia, como resultado ella me regalo un pasaporte eterno, de esos de color verde fosforescente y un pasaje abierto para que me subiera a cualquier avión, en cualquier lugar y al destino que yo quisiera. Hay un lugar en donde las montañas son dinosaurios que se durmieron y la tierra los fue cubriendo con los años, en ese lugar los niños juegan a gritarle a las montañas para ver si despiertan de una vez por todas, hay otro lugar en donde el mar tiene mal humor por las tardes y los chicos de quince y diez y seis años juegan a lanzarle piedras y el mar responde con olas gigantes llenas de mejillones y algas de colores luminosos; cuando cumplí los quince años fui a ese lugar y estuve un par de horas lanzando piedras al mar y él creció y creció hasta que formó un muro de unos treinta metros de aguas fijas como un cristal y me gritó a la cara que le dejara en paz y así lo hice. Una vez viaje a un lugar en donde habían unos camellos bailarines, su música preferida era el flamenco porque en la prehistoria de ese lugar llegó un cantaor flamenco y les cantó durante un año y medio a los camellos, desde ese día se hicieron fanáticos de esta música y hasta hoy bailan en unos tablados gigantes para los turistas. Una vez me dijeron que el centro de todo, el centro del mundo, de este mundo y del otro, estaba tras una cortina de lino egipcio en un cafe ubicado a unos cuatro mil quinientos veinte kilómetros hacia el norte de la linea del Ecuador y cercano a trescientos veinte y dos kilómetros oeste del huso treinta, para mi la cosa no está tan clara. Hace unos días estuve buscando el centro del mundo, en lo que antes se llamaba Berlin oriental, siguiendo las indicaciones de un marinero holandés que una vez me dijo que el centro estaba en un extremo de un puente que cruzaba el río Spree, en el Berlin más antiguo, está vez no he hallado el punto en cuestión, pero creo estar cada día más cerca. Lo bueno es que aún tengo mi pasaporte eterno y mi pasaje aéreo abierto para seguir viajando. Dicen que hay un lugar en donde los ríos son parlantes y que los días viernes por la tarde recitan poemas inolvidables y que luego de recitar se convierten en vino tinto para que todos los aprendices de poetas puedan bañarse en sus aguas y beber hasta convertirse en poetas borrachos, pero buenos, creo que ese será mi próximo viaje, quizás allí encuentre algún dato del centro de mi mundo, de mi pequeño y minúsculo mundo.

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5 comentarios:

  1. Ya estás en el centro del mundo. Lo llevas contigo. Lo que no sabe casi nadie es que ese centro no es un punto fijo, excepto en el corazón del que viaja... Y , con él se desplaza, allí donde se encuentra en cada instante de las tres horas que son como tres días.

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    1. Muchas gracias Fran, es un honor ser leído por ti. Agradezco mucho tus comentarios, siempre positivos y alentadores.

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  2. eres el centro del mundo y en tu humildad poco explicita no te das cuenta.

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    1. Agradezco siempre los comentarios, aún cuando sean extraños, como el tuyo. Lo que no me gusta nada es el anonimato, pues siempre encierra miedo a lo que se dice y eso debilita mucho tu afirmación. Según la leo parece querer ofender, pero como sólo ofende quien puede, lo dejo ir.
      Un abrazo señor o señora sin nombre.

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    2. al contrario, quise halagarte y veo que te ofendí, si lees bien el comentario te darás cuenta, quise expresar que para mi te has transformado en el centro del mundo, que ultimamente gira en torno a ti y que eres tan humilde que no lo captas, parece que me exprese mal y me mal interpretaste, en cuanto a lo de anónimo fue porque soy tan pava, que no vi la opción nombre, no te ofusques tanto y disculpa si pasaste un mal rato o si no se expresar aún lo que quiero decir, pero jamás haría algo para molestarte, espero no te enojes conmigo,
      la media polémica que hiciste, te quiero más de lo que sabes y no te haría pasar una molestia.

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